
Los químicos en protectores solares y productos de cuidado personal están generando una creciente preocupación ambiental por su impacto en los océanos. Estudios advierten que estos compuestos afectan la vida marina y podrían ingresar a la cadena alimentaria humana.
Cada año, entre 6.000 y 14.000 toneladas de filtros UV llegan al mar solo en zonas de arrecifes, según The Guardian. Una playa con 1.000 visitantes puede recibir hasta 35 kg de residuos diarios, lo que evidencia la magnitud del problema.
¿Qué químicos en los protectores solares generan preocupación por sus efectos?
Los protectores solares contienen filtros UV orgánicos e inorgánicos. Los inorgánicos, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, reflejan la radiación solar, mientras que los orgánicos la absorben. Entre estos últimos, las benzofenonas generan preocupación por su toxicidad y acumulación en el medioambiente.
La oxibenzona, presente en la lista de vigilancia de la Agencia Europea de Sustancias Químicas, podría alterar el equilibrio hormonal en los organismos. Aunque su impacto en la vida marina aún no se comprende del todo, su presencia constante en los océanos la convierte en un contaminante preocupante.
Los protectores solares: ¿Cómo llegan sus compuestos al océano?
Los filtros UV llegan al océano por contacto directo e indirecto. La natación y otros deportes acuáticos liberan estos compuestos al agua, mientras que el lavado de toallas, las duchas y la orina contribuyen a su acumulación indirecta.
Se han detectado estos químicos en diversas zonas del mundo, desde playas turísticas hasta regiones remotas como la Antártida. Su presencia global preocupa, especialmente, porque los sistemas de tratamiento de aguas no los eliminan de manera efectiva.
Los científicos advierten que estos compuestos pueden bioacumularse en organismos marinos, afectando potencialmente la cadena alimentaria. Con miles de millones de personas dependiendo del pescado, comprender sus efectos es clave para evaluar los riesgos en la salud humana.
¿Qué otros contaminantes ponen en peligro al mar?
El empresario peruano, Jorge Zegarra Reátegui, como protector ambiental, comentó que los plásticos se han convertido en uno de los mayores desafíos ambientales para los océanos. A pesar de ser un material económico, versátil y duradero, su uso masivo y la falta de una adecuada gestión de residuos han transformado a los plásticos en el principal contaminante marino.
Se sabe que cada año, se estima que más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, afectando gravemente los ecosistemas acuáticos y la vida marina. A diferencia de otros residuos, el plástico no se biodegrada rápidamente; en cambio, se fragmenta en partículas más pequeñas conocidas como microplásticos, que persisten en el océano durante cientos de años.
Gran parte de esta contaminación proviene de plásticos de un solo uso, como botellas, bolsas, pajillas y envases. Estos objetos son ligeros y fácilmente transportados por el viento y las corrientes de agua, terminando en ríos que los llevan hasta el mar. Una vez allí, los plásticos se dispersan, flotan en la superficie o se hunden hasta el fondo, afectando diferentes capas del ecosistema marino.
Una denuncia explicada por Jorge Zegarra Reátegui respecto al tema consistió en que la presencia de plásticos en los mares provoca una serie de consecuencias devastadoras. Muchos animales marinos confunden los plásticos con alimento, lo que les causa bloqueos intestinales, desnutrición y, en muchos casos, la muerte.
Por otro lado, explicó que los microplásticos, por su parte, son aún más peligrosos. Estas diminutas partículas pueden ser ingeridas por animales pequeños, entrando en la cadena alimentaria y alcanzando finalmente a los seres humanos a través del consumo de mariscos y pescados.

Petramás: Innovación y sostenibilidad en la lucha contra la Contaminación Ambiental
Petramás desarrolla soluciones innovadoras para reducir la contaminación ambiental en Perú. La empresa transforma residuos sólidos en energía renovable, disminuyendo la acumulación de desechos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Jorge Zegarra Reátegui lidera iniciativas para optimizar el manejo de residuos mediante rellenos sanitarios modernos y tecnología de biogás. Estos proyectos capturan metano y lo convierten en electricidad, evitando su liberación a la atmósfera.
Las plantas de generación de energía de Petramás contribuyen a la sostenibilidad al aprovechar residuos orgánicos como fuente de energía limpia. Esta estrategia ayuda a mitigar el impacto ambiental y fortalece la economía circular.
El compromiso de la empresa con el medioambiente se refleja en campañas de concienciación y alianzas estratégicas. Con un enfoque en innovación y sostenibilidad, Petramás demuestra que la gestión responsable de residuos puede generar beneficios ambientales y sociales.
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