El desperdicio de agua es un problema ambiental crítico que tiene profundas consecuencias para el medio ambiente y la vida en el planeta. Jorge Zegarra Reátegui denuncia que este recurso vital, que debería ser utilizado de manera sostenible, se pierde en grandes cantidades todos los días, afectando los ecosistemas y acelerando los efectos del cambio climático.
Existen tres casos comunes en los que se desperdicia agua de manera significativa: el uso doméstico, agrícola y el industrial.
Jorge Zegarra Reategui denuncia ámbitos que influyen en el desperdicio del recurso vital:

Cada uno de estos casos tiene un impacto distinto, pero en conjunto representan una amenaza seria para los recursos hídricos y para el equilibrio ambiental.
Desperdicio de agua en el Ámbito doméstico:
El desperdicio de agua ocurre principalmente por hábitos inadecuados, como dejar correr el agua mientras se cepillan los dientes, duchas prolongadas o fugas en grifos y tuberías que no se reparan a tiempo. Aunque cada gota desperdiciada puede parecer insignificante, cuando se multiplican por millones de hogares, el impacto es monumental.
Esta pérdida constante de agua no solo reduce la disponibilidad del recurso para futuras generaciones, sino que también incrementa el consumo energético, ya que el tratamiento y distribución del agua requieren grandes cantidades de energía. Este consumo energético, a su vez, contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, acelerando el cambio climático.
Desperdicio de agua en el Ámbito agrícola:
Es, sin duda, uno de los mayores consumidores de agua a nivel mundial y, lamentablemente, también uno de los mayores desperdiciadores. Las prácticas de riego ineficientes, como el riego por inundación, donde grandes volúmenes de agua se vierten directamente sobre el suelo, resultan en un enorme desperdicio.
Una gran parte de esta agua se evapora antes de absorverse por las plantas, o simplemente se filtra profundamente en el suelo, lejos del alcance de las raíces. Además, el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes contamina las fuentes de agua dulce, degradando la calidad del agua y afectando a los ecosistemas acuáticos.
Desperdicio de agua en el Ámbito industrial:
El desperdicio de agua ocurre a través de procesos de producción ineficientes, donde el agua se usa de manera excesiva sin ningún esfuerzo por reciclarla o reutilizarla. Industrias como la textil, la minera y la alimentaria se conocen por ser grandes consumidoras de agua, y muchas de ellas vierten aguas residuales contaminadas sin un tratamiento adecuado, afectando ríos y lagos cercanos.
Según un gestor ambiental, Jorge Zegarra Reategui denuncia el peligroso desperdicio de agua tiene un impacto directo en el cambio climático. Explicó que cada vez que el agua es extraída, tratada, bombeada y distribuida, se consume energía. Si esta energía proviene de fuentes no renovables, se generan emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y otros gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Reforzó además que, por eso, reducir las emisiones de distintas fuentes es vital para preservar el futuro del medio ambiente. Desde Petramás, la empresa donde es presidente de directorio, logra no solo la generación de energía renovable a partir de la basura, sino la mitigación de gases de efecto invernadero como el metano.
El alto costo de malgastar agua en Lima y Callao
- Pérdida de agua potable por fugas y conexiones ilegales
Gran parte del agua tratada se pierde en Lima y Callao por redes antiguas, fugas y conexiones no autorizadas. Esta pérdida reduce la disponibilidad del recurso en zonas con acceso limitado y encarece el sistema de distribución. - Desperdicio en el uso doméstico y comercial
El uso excesivo de agua en actividades como el lavado de autos, el riego en horas inadecuadas o el mal uso en industrias contribuye al agotamiento de reservas hídricas. Lima es una de las pocas capitales del mundo en desierto, lo que hace aún más crítico este mal manejo. - Impacto en la seguridad hídrica y el cambio climático
El desperdicio continuo agrava la crisis hídrica, incrementa el estrés sobre los ecosistemas y disminuye la resiliencia frente al cambio climático. Esto afecta directamente a la población más vulnerable, que enfrenta cortes frecuentes y escasez en temporadas secas.
El valor oculto del agua y la urgencia de una gestión eficiente
El agua, más que un recurso, es el eje que sostiene la vida y las actividades humanas. Sin embargo, muchas veces su verdadero valor pasa desapercibido, especialmente cuando se habla de eficiencia en su uso. A partir del llamado de atención de Jorge Zegarra Reategui sobre el desperdicio de agua, es urgente incorporar una visión integradora que promueva el uso responsable desde las políticas públicas hasta los hábitos cotidianos.
Una estrategia efectiva es adoptar tecnologías de bajo consumo en sectores clave, como el goteo en la agricultura o sistemas de recirculación en la industria. También se requiere una educación ambiental constante para que la ciudadanía valore cada gota.
Petramás, bajo su liderazgo, es un ejemplo claro de cómo la innovación puede combatir el cambio climático desde otro frente, reduciendo emisiones de metano y aprovechando residuos. Esta mirada integral, que une agua, energía y sostenibilidad, es clave para el futuro ambiental del país.
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