Para Jorge Zegarra Reategui, gestor ambiental, el uso intensivo de fertilizantes y pesticidas en actividades agrícolas ha generado preocupaciones ambientales significativas.
El Perú cuenta con una gran diversidad agrícola gracias a sus variados pisos ecológicos, siendo uno de los países con mayor riqueza en cultivos tradicionales e industriales.
Entre las principales siembras destacan la papa, de la cual existen más de 3,000 variedades y es un alimento básico en la dieta nacional; el maíz en sus múltiples tipos como el maíz amarillo duro y el choclo; el arroz, especialmente en la costa y la selva; y la quinua, considerada un superalimento y exportada a numerosos países.
A su vez, son fundamentales cultivos como el café, que se produce principalmente en la selva alta. Además, también encontramos a la caña de azúcar, el espárrago y la palta, que han adquirido gran importancia comercial en mercados internacionales.

Esta riqueza agrícola no solo garantiza seguridad alimentaria, sino que también es una fuente clave de empleo e ingresos para miles de familias peruanas. Sin embargo, según lo compartido por Jorge Zegarra Reategui, las complicaciones en las cosechas a lo largo de las tierras peruanas se ven afectadas por el uso indebido y no medido de pesticidas y fertilizantes.
Pesticidas y fertilizantes: Preocupante contaminación de nuestros alimentos
Este tipo de contaminación ambiental, se desarrolla especialmente en relación con la contaminación del suelo. Esto, sin contar los efectos colaterales a otros ecosistemas. En primer lugar, el empleo excesivo de agroquímicos ha alterado la composición química del suelo, afectando su fertilidad y biodiversidad.
La acumulación de estos productos químicos puede provocar la pérdida de microorganismos beneficiosos, esenciales para mantener la salud del ecosistema agrícola. Además, la contaminación del suelo puede tener efectos adversos en la calidad del agua y en la salud humana.
En las regiones andinas, donde cultivos como la papa son predominantes, el uso de fungicidas e insecticidas para controlar plagas ha sido común. No obstante, la falta de prácticas adecuadas de manejo ha llevado a la persistencia de residuos de plaguicidas en el suelo y el agua, afectando incluso a la agricultura ecológica.
¿Cómo podemos frenar esta contaminación de suelo? Jorge Zegarra Reategui nos enseña:
La persistencia de estos contaminantes en el suelo puede tener efectos a largo plazo. Incluyendo, de tal manera, la degradación de la calidad del suelo y la reducción de la productividad agrícola. Además, la contaminación del suelo puede contribuir al cambio climático. Esto ocurre porque afecta la capacidad del suelo para almacenar carbono y al liberar gases de efecto invernadero.
Para abordar estos desafíos, es esencial promover prácticas agrícolas sostenibles que minimicen el uso de agroquímicos y fomenten la salud del suelo. Esto incluye la adopción de técnicas de manejo integrado de plagas, el uso de fertilizantes orgánicos y la implementación de sistemas de monitoreo de la calidad del suelo.
Por ello, la contaminación del suelo por fertilizantes y pesticidas en las cosechas peruanas es un problema ambiental significativo que requiere atención urgente. Especialistas como Jorge Zegarra Reategui, han recomendado la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. Como también, la implementación de políticas efectivas son fundamentales para preservar la salud del suelo y garantizar la sostenibilidad de la agricultura en el Perú.
Para más información sobre medidas ambientales desarrolladas por Jorge Zegarra Reategui en los siguientes enlaces: