
Los autos en la ciudad transforman la forma en que vivimos, pero también generan consecuencias ambientales y sociales profundas.
Autos en la ciudad: impacto oculto desde la extracción hasta la producción
Los vehículos no solo generan emisiones durante su uso. Su impacto empieza mucho antes, en la extracción de recursos esenciales para su fabricación. Litio, cobalto y níquel, necesarios para baterías, provocan degradación del suelo, pérdida de biodiversidad y presión sobre fuentes de agua.
La producción de vehículos, ya sean eléctricos o convencionales, requiere gran cantidad de energía y materiales derivados del petróleo. Este proceso consume plásticos, metales y químicos que generan residuos peligrosos y elevan la huella ambiental antes de que el auto llegue al usuario.
Emisiones, uso y nuevos desafíos de los autos en la ciudad
Durante su vida útil, los autos representan una de las mayores fuentes de emisiones urbanas. La combustión de gasolina y diésel libera dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas finas que afectan directamente el clima y la salud pública.
Los SUV, cada vez más presentes en el mercado, aumentan considerablemente el consumo de combustible y las emisiones reales en comparación con autos pequeños. Este fenómeno intensifica la contaminación urbana y agrava la huella de carbono en países con alta demanda de estos vehículos.
Incluso los autos eléctricos presentan limitaciones. Si la electricidad proviene de fuentes fósiles, la huella ambiental persiste. Además, su mayor peso acelera el desgaste de neumáticos y frenos, lo que libera partículas contaminantes, aunque en menor medida gracias a los sistemas de frenado regenerativo.
Autos en la ciudad y el caso del Perú
El impacto de los autos en Lima, donde el parque automotor crece a un ritmo acelerado. La alta concentración de vehículos genera niveles críticos de contaminación, especialmente por la quema de combustibles de baja calidad.
Las autoridades han impulsado algunas iniciativas para reducir las emisiones, como la promoción del gas natural vehicular y la renovación del transporte público. Sin embargo, los resultados han sido limitados por la falta de infraestructura, fiscalización y políticas de movilidad integradas.
El desafío en Perú requiere soluciones sostenibles que incluyan transporte masivo eficiente, impulso de energías limpias y estrategias urbanas que reduzcan la dependencia del automóvil. Solo con un enfoque integral, Lima y otras ciudades podrán enfrentar la crisis ambiental y mejorar la salud de sus habitantes.
Jorge Zegarra Reátegui carece de neutralidad frente al impacto de los autos en la salud y el medio ambiente
Los autos en la ciudad generan problemas que van más allá de la movilidad. Jorge Zegarra Reátegui ha señalado la necesidad de repensar el rol de estos vehículos en la sostenibilidad urbana.
Su posición enfatiza que la discusión sobre transporte debe considerar la salud de las personas y el equilibrio ambiental. La contaminación del aire, los riesgos cardiovasculares y las afectaciones respiratorias demandan decisiones firmes y coherentes.
En este contexto, el dueño de Petramás propone un debate abierto que no minimice los efectos del automóvil en la vida urbana. El futuro de las ciudades dependerá de cómo se gestionen las políticas públicas y las soluciones tecnológicas frente a este desafío.
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