Las consolas y los juegos en línea requieren un alto consumo de energía, contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero y producen residuos electrónicos contaminantes al desechar equipos y pantallas. Por lo que, su impacto ambiental es altamente peligroso.
La industria del videojuego tiene una historia que se remonta a mediados del siglo XX, cuando surgieron los primeros juegos electrónicos básicos. En las décadas siguientes, la industria experimentó un rápido desarrollo con la llegada de consolas icónicas que marcaron hitos en la forma en que las personas interactuaban con la tecnología.
Con el avance de la tecnología y la expansión del acceso a internet, los videojuegos evolucionaron hacia experiencias más inmersivas y multijugador. Esto ha permitido que los usuarios se conecten desde cualquier parte del mundo.
Hoy en día, los videojuegos son una de las formas de entretenimiento más populares a nivel global, incluso más que la industria del cine y la música juntas. Ha logrado atraer a millones de jugadores gracias a plataformas como PlayStation, Xbox, Nintendo Switch y PC, y consolidándose como una industria cultural y económica de gran impacto.
Alto impacto ambiental: Los efectos de la industria del videojuego.
A pesar de la gran magnitud y popularidad que tiene la industria del videojuego a nivel mundial, se ha revelado que el impacto de esta al medio ambiente no es neutral. Estos demandan consumo energético y, por ende, generan emisiones de gases de efecto invernadero y residuos electrónicos contaminantes.
En primer lugar, el consumo energético de los videojuegos tiene un impacto ambiental significativo, derivado tanto del uso de consolas, computadoras y servidores en la nube como de la fabricación de hardware. Las consolas de última generación y las PCs de alto rendimiento consumen entre 160 y 500 watts durante el juego activo, mientras que los servicios de streaming y los videojuegos en línea dependen de centros de datos masivos que operan las 24 horas.
Debido a esto, se emplean grandes cantidades de electricidad que contribuye al 2-3% de las emisiones globales de carbono, comparable a la aviación comercial. Además, la fabricación de dispositivos electrónicos requiere materiales como litio y cobalto, cuya extracción y procesamiento son intensivos en energía y recursos, incrementando aún más su huella ecológica.
Jorge Zegarra Reátegui denuncia correcta disposición de residuos por videojuegos
Una figura reconocida por su trayectoria en la gestión integral de los residuos, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, comentó que resulta crucial que los residuos generados por los videojuegos, como consolas, accesorios y componentes electrónicos, tengan una correcta disposición final para evitar graves impactos ambientales y de salud.
Estos residuos contienen materiales peligrosos como plomo, mercurio, cadmio y retardantes de llama, que pueden filtrarse al suelo y al agua si terminan en botaderos. Esto no solo contamina los ecosistemas, sino que también representa un riesgo para la salud de las comunidades cercanas, provocando problemas como enfermedades respiratorias y afectaciones neurológicas.
Jorge Zegarra Reátegui como gestor de energías renovables y preservación del medio ambiente, considera que una correcta gestión de estos residuos aportaría a disminuir la huella ambiental asociada a la producción de nuevos dispositivos. Desde la empresa que lidera, gracias a los macroproyectos implementados, dentro de las plantas procesadoras se mitigan gases de efecto invernadero como el metano.
Por otro lado, a fin de reducir estos impactos, la industria misma está adoptando medidas como el desarrollo de consolas y hardware más eficientes, la incorporación de modos de ahorro energético y el uso de energías renovables en centros de datos. A su vez, los jugadores también pueden contribuir desconectando dispositivos cuando no se usan, optando por hardware eficiente y fomentando el reciclaje adecuado de equipos obsoletos.
Para más información sobre el impacto ambiental y Jorge Zegarra Reátegui: