
Perú enfrenta una creciente crisis ambiental en sus playas, marcada por la acumulación de residuos, especialmente plásticos, que afectan la biodiversidad y la salud pública. Aunque otros países de la región lograron avances en la reducción de la contaminación costera durante el último año, la situación peruana revela deficiencias en la gestión de residuos y en la aplicación de políticas efectivas.
Contaminación persiste en playas del Perú pese a avances
Un nuevo informe regional liderado por el programa «Científicos de la Basura» reveló una alarmante realidad: Perú no logró reducir los niveles de residuos en sus playas durante el periodo 2024-2025. A diferencia de otros países de América Latina, los desechos continúan acumulándose en las costas peruanas.
El estudio abarcó 179 playas de diez países y destacó que el 69% de los residuos encontrados en Perú corresponden a plásticos. Estos materiales, en su mayoría de origen local, son descartados sin control en zonas urbanas y llegan a los litorales a través de ríos y canales de desagüe.
Perú lidera el ranking negativo de contaminación costera del informe. Este panorama exige una respuesta urgente para frenar el avance de la basura marina, que deteriora ecosistemas, afecta la pesca y perjudica el turismo sostenible.
Plásticos de un solo uso, el enemigo más común en nuestras costas
El plástico domina la contaminación en las playas peruanas. Botellas, envoltorios, bolsas y utensilios desechables forman la mayoría de residuos hallados, según un estudio internacional. Estos objetos provienen del consumo urbano y comercial, y llegan al mar por la falta de infraestructura para desecharlos o reciclarlos de forma adecuada.
Las restricciones sobre plásticos de un solo uso no han logrado frenar su presencia en el litoral. La debilidad en la fiscalización, sumada a la escasa educación ambiental, mantiene el problema activo. Se requieren políticas más eficaces y un compromiso real con su cumplimiento para evitar que el plástico siga invadiendo los ecosistemas costeros.
Lima Metropolitana: foco de contaminación en el litoral
Lima, al concentrar casi un tercio de la población del país, también concentra una gran cantidad de residuos. De sus 43 distritos, solo unos pocos ejecutan una correcta segregación de basura. En la mayoría, los desechos terminan mezclados y mal gestionados.
La situación se agrava por la cercanía de muchas zonas urbanas a la franja costera. Sin una adecuada infraestructura de tratamiento de residuos, las playas se convierten en el destino final de materiales que podrían haberse reciclado o aprovechado.
Las cifras del Ministerio del Ambiente revelan que cada día se generan más de 21 mil toneladas de basura en el país, pero apenas el 1% se recicla. Esto, a pesar de que el 78% de los residuos sólidos podrían reutilizarse con una gestión eficiente.
Petramás: un aliado en la solución al problema de las playas contaminadas

Frente a esta situación crítica, empresas como Petramás se presentan como parte de la solución. A través de sus proyectos de valorización de residuos sólidos, la compañía promueve un manejo responsable que reduce el impacto ambiental en zonas urbanas y costeras.
Petramás impulsa el uso de tecnología para convertir desechos en energía, al mismo tiempo que contribuye a la economía circular. Estas iniciativas evitan que miles de toneladas de residuos terminen en ríos, playas o mares, y fomentan prácticas sostenibles a largo plazo.
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